Existe la dieta de las verduras, la de la manzana, la del tomate, la de la pulpa de frutas y la del agua, entre muchas otras. Su principal objetivo es perder peso en muy poco tiempo, es decir de manera express.
Las dietas express aparecen en el panorama nutricional para aquellas personas que, cuando conocen a alguien que les agrada, desean ir a la playa el próximo fin de semana y lucir bien su traje de baño, o no se sienten complacidos ante el espejo, simplemente no tienen la paciencia necesaria para perder peso en el tiempo requerido.
Este tipo de dietas consisten en reducir la ingesta calórica diaria de manera radical, de modo que se acelere el metabolismo y se pierda peso en muy poco tiempo. El número de calorías que una persona debe consumir diariamente varía de acuerdo con el sexo, la edad, condiciones orgánicas y actividad física. Sin embargo, estudios científicos revelan que existe un número de calorías mínimo que debemos consumir diariamente para que las funciones básicas del cuerpo (funciones basales vitales: regulación de la temperatura, latidos del corazón, respiración etc.) sigan ejecutándose de manera eficiente y regular.
Peligros de las dietas express
Una dieta de menos de 1.000 calorías diarias atentaría contra nuestro cuerpo y pondría en riesgo las funciones básicas mínimas para mantenernos sanos e incluso vivos. Indudablemente, las dietas express son supremamente efectivas, ya que producen un consumo rápido y vertiginoso de las calorías que nuestro cuerpo naturalmente reserva para casos de falta de ingesta de alimentos forzosa, lo cual produce un cambio de metabolismo inusitado que nos lleva a perder peso en tiempos record. Sin embargo, este régimen altera de manera peligrosa el ritmo que el metabolismo corporal ha llevado normalmente.
Nuestro cuerpo está genéticamente diseñado para almacenar calorías y nutrientes extra, de manera que podamos sobrevivir por más tiempo en caso de hambruna. Al seguir una dieta hipocalórica o demasiado restrictiva, lo que hacemos, a ciencia cierta, es someter a nuestro organismo a una hambruna inducida, lo cual hace que esas calorías se quemen vertiginosamente. En consecuencia, nuestros órganos vitales sufrirán este cambio y, en el mejor de los casos, simplemente tendremos un efecto “rebote” que nos hará ganar las libras perdidas tan rápido como las perdimos, al abandonar la dieta express. Este efecto se produce ya que, una vez perdidas rápidamente nuestras reservas calóricas, nuestro cuerpo almacenará de nuevo, con una velocidad igual o mayor, la cantidad, o más, de las calorías perdidas. Este ciclo de “rebajar” y “engordar” constantemente solamente conseguirá que nuestro cuerpo enferme, y podría llevarnos a situaciones de salud lamentables, tales como hipoglicemias (reducción vertiginosa de los niveles de “azúcar en la sangre”), pérdida de la concentración, mareos, náuseas, sudoración, entre muchas otras alteraciones altamente dañinas, y algunas hasta irreversibles.
¿Qué funciona?
Una dieta regulada y controlada nos hará perder entre 4 y 5 kilos al mes, modificando el metabolismo de nuestro cuerpo a un ritmo soportable y definitivo, en otras palabras, se introducen cambios en nuestro cuerpo progresivamente, de modo que este pueda asimilarlos y mantenerlos en el tiempo.
No es necesario suprimir definitivamente la ingesta de grasas, carbohidratos o proteínas para perder peso, ni mucho menos es necesario “pasar hambre” para tal fin. Es tan simple como moderar las cantidades que ingerimos, controlar las horas de ingesta, realizar cambios en cuanto a qué tipo de alimentos consumimos (queso bajo en grasa y sal en vez de quesos madurados o salados, por ejemplo) y modificar el metabolismo a través del ejercicio diario y una dieta adaptada a las características de cada individuo.
¿No te complace tu figura en el espejo? ¿Estás consciente de que tienes sobrepeso y deseas volver a tu peso adecuado?
Con mucha paciencia, consciencia y determinación, lo mejor que puedes hacer es acudir a un nutricionista que te oriente en cuanto a la dieta adecuada a tus características y rasgos físicos. Luego incluir a un especialista en deportes o actividad física que cree una rutina de ejercicios complementaria a tu dieta.
Es importante saber que los cambios positivos y definitivos no se logran de la noche a la mañana. Ten paciencia y definitivamente haz las cosas de manera correcta. Del apuro, solo queda el cansancio, y en el caso de las dietas express, podría resultar en una situación peor que un simple cansancio.